Mientras vivo
¿Qué se hace mientras está uno vivo? Yo, mientras vivo, escribo. Después viene lo demás, esas cosas que dan forma a nuestro “ser” humano, que no son exclusivas de una clase social y que se hacen en cualquier rincón del mundo sin importar el idioma, la ideología política o la religión: saborear nuestros platillos favoritos o los que el tiempo y el bolsillo nos permiten; darnos un baño y sentir en el cuerpo el golpeteo constante del agua caliente o fría; trabajar en lo que nos gusta o en lo que está disponible; hablar con los amigos de los irrelevantes “todo” y los importantísimos “nada”; descansar; dedicar tiempo al juego del amor; saludar al vecino o esquivarlo si es que nos desagrada; enviar tweets; extrañar a los ausentes y apapachar a los cercanos; escuchar música… En fin, hacer lo mismo que ustedes hacen a diario. Y no lo digo con menosprecio; por el contrario, son precisamente estas cotidianidades las que, con estruendoso sigilo, nos confirman que estamos vivos. ...