© G. Serrano. Arbitrario, ininteligible, caprichoso, sibilino, superficial y chocante, son algunos calificativos con los que la gente justifica su negativa a visitar los múltiples recintos donde se expone el arte actual, el que es independiente, provocador y que rompe con todo academicismo, el arte contemporáneo. Hay quienes afirman que los artistas construyen su propio universo, que permanecen alejados de una sociedad incapaz de comprender sus ansias creativas; que su ánimo elevado, sus depresiones mínimas y su sensible irritabilidad, los colocan al margen de lo cotidiano. Quizás algo hay de eso en todo acto creativo, pero si fuera rotundamente cierto, entonces Mónica no debería pintar como lo hace, inspirada en el absurdo de los tiempos modernos, en las crisis de los asuntos públicos o en el pasmoso automatismo de tantos individuos. Incipiente artista plástica, filosófica estudiante de preparatoria y solitaria creadora que se ha ido brindando de a poco a una expresi...