Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2015

Ley Mordaza o silencio preventivo

Imagen
“Los padres siempre pensamos en el futuro de nuestros hijos, pero yo no puedo" Eva María Valverde “Hay una estrategia de represión mucho más dura que antes” Rubén Fernández Historias de la crisis, El Diario, España Dicen que prevenir, anticiparse astutamente al hecho, siempre resulta menos costoso que reparar, que tratar de enmendar o de parchar el yerro. La Ley General de Seguridad Ciudadana en España, la llamada Ley Mordaza, es justamente eso, un acto de prevención del gobierno derechista de Mariano Rajoy para evitar que los colectivos sociales de oposición al régimen, denuncien o protesten una controvertida política de austeridad que, en su informe Trabajo en el Mundo 2012, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló como riesgosa e inadecuada si lo que se pretende es reducir el déficit de empleo y generar mayor crecimiento económico.   Una Ley que abiertamente “no mola” con los ideales democráticos de la generació

México, Bishop y el arte de perder

Imagen
Fotografía: AP Pongamos en alto la frente, sintamos el orgullo.   Los mexicanos, como la escritora Elizabeth Bishop, nos especializamos en el arte de perder. “El arte de perder se domina fácilmente; tantas cosas parecen decididas a extraviarse, que su pérdida no es ningún desastre”, nos dice la ganadora del premio Pulitzer de poesía en 1956. Tiene razón. En el 68 perdimos a los estudiantes, esas aves que no se asustan de animal ni policía, que rugen como vientos, que son la levadura del pan que saldrá del horno. Los estudiantes a quienes Violeta Parra y Mercedes Sosa siempre cantaron. En la década de los años setenta, durante la Guerra Sucia en México, extraviamos a líderes sociales como Rosendo Radilla, y en el sismo de 1985, la negligencia se llevó alrededor de 1600 costureras, según reportes de la prensa.   “Pierde algo cada día. Acepta la angustia de las llaves perdidas, de las horas derrochadas en vano. El arte de perder se domina fácilmente”, insiste la poeta esta

Vecinal: cada ciudad puede ser otra

Imagen
© G. Serrano. El mundo tiene sus lenguajes encriptados. Las artes y las humanidades son uno. Lenguajes para decir “esto sucede, esto nos atraviesa la vida, estos somos nosotros y en estas cosas creemos”. El teatro es uno, uno de esos lenguajes con los que comunicamos una mirada de millones, una sospecha de miles, una sugerencia de cientos y una pertenencia de tantas, la propia. Y dentro de las artes escénicas, el teatro de la calle, la escenificación, representación o dramatización que ocurre al aire libre en dilatadas y pajareras plazas, diminutas colonias y sobrepoblados suburbios, barrios antiguos y recientes fraccionamientos, o parajes desdeñados, también encuentra sus particulares modos de dar sentido a la cotidianidad y traspasar con amabilidad las fronteras, para encontrarse con aquellos que no suelen frecuentar los recintos culturales convencionales. El teatro callejero acontece generalmente en las ciudades que ­­­­–nos dice el poeta granadino Luis García Mont

Perfiles del Mayab: Manu Fajardo, comunicador escénico

Imagen
El semáforo marcando luz verde. Siete con once de la mañana. Te detienes para comprar una cajetilla de cigarros aunque no fumas, ni siquiera quieres hacerlo. Revisas el cambio… Es el comienzo de la canción Stay-faraway, so close del grupo de rock irlandés U2, compuesta para formar parte de la banda sonora de la cinta Tan lejos, tan cerca (1993) del cineasta alemán Wim Wenders. También podría ser un apropiado inicio para describir esos días buenos que se han tornado grises y esas noches que ya no son suficientes para resarcir el daño después de cada jornada. El instante en que dejamos de percibirnos en primerísimo primer plano; cuando uno, perdido entre todos, piensa en lo triste que es repetirse con la misma historia y se pregunta si, acaso, la vida se trata de algo más que el semáforo marcando luz verde a las siete con once de la mañana. Cierto día uno decide cambiar. Puede ser cualquier día, de cualquier año, en cualquier momento. No se trata de moverse porque sí, si