Columna publicada en el número 63 de NHU, el periódico local del barrio de Lavapiés en Madrid: Visitar el sitio De ojos saltones, cabello crespo abultado y barba estilo cola de pato, George Perec fue un escritor copioso —de novelas, guiones, ensayos, poemas— que representa una parte importantísima de la literatura francesa del siglo XX y, sobre todo, un ser humano fascinado con la idea de hacer memoria, de no olvidar. Su sonrisa era contagiosa y su mirar reflexivo, chispeante, afectuoso; a veces de diablillo, otras de abuelo perspicaz, siempre generoso. En Je me souviens: les choces communes ( Me acuerdo: las cosas comunes , 1978), anotó 478 enunciados que recapitulan la vida cotidiana en París, en la Francia que vivió. Dejó escrito, por ejemplo: 185. Me acuerdo de los agujeros de los billetes del metro. 34. Me acuerdo de la cinemateca de la avenida Messine. 410. Me acuerdo de la antigua estación de Montparnasse. Tal como...