La ingobernable
“No nos deslicemos a la desgracia, menos aún caigamos de súbito en su abismo, cada quien, desde su sitio, sin perder sus convicciones, pero sin convertirlas en dogma que impidan el diálogo, impidamos que la sociedad se disuelva”. Miguel Ángel Granados Chapa, periodista mexicano. I. La metáfora del pintor Cuando la sociedad parece una noche ciega y los días de todos se vuelven horas vacías sin mayor tragedia que la misma sensación de vacío, sin lágrimas, sin el ruido que hacen las cosas grandes al caer —una bomba, un avión—, pero con el mismo absurdo; a veces, un rayo débil y esperanzador de luz se revela en la cotidianidad, en momentos tan nimios como ver al pintor que pasa su rodillo y cubre las manchas amarillas de humedad que invaden los muros de uno de los tantos pisos que hay en Lavapiés. © G. Serrano Son maniobras “inocentes” en las que siempre encuentro algo: una representación simbólica, una estética, una sensación novedosa para ...