Cervantes 3.0


Por: Juan Leyva, autor invitado


Monumento a Miguel de Cervantes, Plaza España, Madrid. © G. Serrano

Hace 400 años murió Cervantes.
Murió pobre, muy pobre. Sus huesos están mezclados con los de otros pobres, una fosa común de la pobreza.


Fue un emprendedor, creó una boyante empresa llamada El Quijote, de la que hoy siguen viviendo muchas personas.

Hoy Don Quijote iría montado en un Seat Toledo, con un muestrario de cortinas, o estaría de reponedor, escribiendo y fumando a escondidas en el almacén del Carrefour.

Hoy Don Quijote está sellando la demanda de empleo, la ayuda familiar.

Hoy Don Quijote está cogiendo un tren para trabajar de camarero en Berlín.

Hoy Don Quijote intenta derribar a unos gigantes patrocinados por los molinos del dinero.

Hoy Don Quijote es una mujer separada, con un hijo escudero, al que deja para fregar suelos de comunidades, hacer camas de hoteles.

Hoy Don Quijote es un periodista al que no le tiembla la conciencia, una maestra que quita deberes y deja curiosidad, un repartidor de Telepizza que se paga la carrera.

Hoy Don Quijote está en los campos de refugiados deshaciendo entuertos, batiéndose contra la desesperación.

Hay españoles que no saben quién fue, lo han oído, pero prefieren a Batman o a Pokémon.

Es un consuelo saber que Cervantes perdió un brazo, que estuvo encarcelado y murió pobre.

Todas llevamos dentro un Quijote, una dieta blanda que nos consume, un hambre disimulada porque la apariencia viste a la miseria.

Vivir soñando y soñar que vivimos, entre hidalgos de los de lanza en astillero, rocines flacos, adargas antiguas y galgos corredores, algunos de ellos ahorcados tras la temporada de caza.

Hay una necesidad de recordar palabras antiguas para que no se mueran.

Hay una necesidad de inventar otra vida, porque la que nos rodea nos gana en casi todas las batallas.

Sobre el autor en sus propias palabras: escribo, suelo escribir poesía: Gané el 33 premio de poesía Ciudad de Badajoz en el 2014, también el Ciudad de Ermua el mismo año. Participo en cabarets poéticos, slams varios, movimientos relacionados con la poesía, el teatro y la dimensión cultural a todos los niveles. Poesía para no acabar vencido por la soledad. Ser hombre casi es un desprestigio, hemos deshumanizado el mundo, queda esperanza, necesitamos un tiempo muerto donde repasar la táctica para que "todos" podamos al menos empatar el partido con la muerte.

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