España: Libro Pasado mañana
Viaje a la España del cambio
Libro Pasado Mañana. Viaje a la España del cambio. © G. Serrano. |
“Es triste que el
destino de un hombre sea Sísifo,
que hayamos de llevar sobre los hombros
la misma piedra siempre, que parece
ya nuestro pensamiento, y tropecemos
en ella tantas veces como vidas
quisiéramos tener y sin embargo”.
que hayamos de llevar sobre los hombros
la misma piedra siempre, que parece
ya nuestro pensamiento, y tropecemos
en ella tantas veces como vidas
quisiéramos tener y sin embargo”.
Juan Vicente Piqueras
No
solo para un hombre, para la humanidad entera es triste que la crónica de
nuestra historia se asemeje a subir una montaña sin alcanzar la cima. Igual de
triste es que la sociedad, ese cuerpo colectivo que juntos conformamos, tenga
la apariencia de un Sísifo que repite y repite y repite y repite el frustrante
proceso. Dicen que cada vez menos, pero se supone que el periodismo sirve para
evitar que la vida en común nos produzca la sensación oscura de ser los eternos
hijos de Eolo y Enárete, los Sísifos contemporáneos que —por más tecnología que
inventemos— nunca llegamos. Pero ¿por qué nunca llegamos?
Cuando
entrevistó a Ryszard Kapuściński, el periodista argentino Martín Caparrós le
preguntó por qué creía que miles de millones de personas soportan la
desigualdad y la pobreza. Entonces, el maestro del periodismo del siglo XX que recomendaba
estar, ver, oír, compartir y pensar, dijo que la pobreza “es una situación que
convierte al hombre en un ser muy pasivo. La pobreza no solo es material: es
también social y psicológica. El pobre no lucha, porque para luchar por algo se
necesita poder imaginar un objetivo, un futuro mejor”.
Quizás
por eso y valiéndose del bagaje periodístico que posee, Bernardo
Gutiérrez (Madrid,
1975) propone un paseo por el pasado reciente para acercarnos al futuro como sinónimo de esa cumbre que, en estos tiempos, se vislumbra
inalcanzable. Pero la expedición planteada no es a un sitio distante ni a un
porvenir quimérico, sino a otro más próximo y posible. Pasado mañana. Viaje a la España
del cambio (Arpa Editores, 2017), es un libro para “dialogar en
diferentes escalas”, para debatir de manera “plural y diferente”, para
“retratar lo que está ocurriendo”. Un poco optimista, dice el propio autor.
Cansado
de que los medios masivos no expliquen el viraje de España a partir del
surgimiento del 15M. Cansado de la toxicidad con que la prensa informa el
quehacer de los partidos políticos emergentes y de los nuevos municipalismos.
Cansado, además, de que la participación ciudadana no sea visibilizada con
suficiencia, el escritor e investigador fascinado por la tecnopolítica y las redes,
publica esta obra para presentar los rostros y las ideas de distintos actores
respecto de un mosaico de temas de actualidad que van del poscapitalismo a la
cultura abierta, pasando por los feminismos y la transparencia.
Dieciséis
capítulos, más de treinta entrevistas para hablar de esta “ola que nadie
domina”, es decir, para digerir asuntos como el desempleo actual y los nuevos
empleos que aparecerán en la siguiente década. Y la precariedad rampante, y la
apatía de los jóvenes por las viejas formas de hacer política, y el uso de bots
en las redes, y la circulación de noticias falsas, y la ética del cuidado
frente a la conducta individualista, y la gama de discursos sociales que
interpelan al hegemónico y los privilegios de unos ante la vulnerabilidad de
otros. Y los dislates de Trump. Y tantas cosas más que vivimos a diario y fuera
de los diarios. Digamos que, las piedras de Sísifo.
Presentación del Libro Pasado Mañana. Viaje a la España del cambio. Traficantes de sueños, Madrid. © G. Serrano. |
Este
periplo en busca del “relato de época” ha hecho varias paradas, una de ellas el
pasado 30 de junio en la librería Traficantes de Sueños, en Madrid, donde estuvieron cuatro
compañeros de viaje protagonistas de la coyuntura: Rita Maestre y Pablo
Carmona, concejales del Ayuntamiento de Madrid; así como de Sol Sánchez,
coportavoz de Izquierda Unida (IU), y Rosa Martínez, diputada de EQUO. Por dos
horas, sus reflexiones —o intuiciones— en retrospectiva y prospectiva ocuparon la
atmósfera de la sala y las cabezas de los asistentes. De nuevo, el movimiento
de los indignados en 2011 y la frase “No nos representan” aparecieron como el
rumor de fondo, como el momento al que es obligatorio volver para saber quiénes
éramos entonces y quiénes ahora.
De las plazas al asalto
institucional
Carmona
comentó que esta falta de representatividad sigue vigente, pero que, más que
buscar una representación, hoy tendríamos que trabajar para que todas las voces
sean expresadas. Maestre sugirió ampliar la mirada para evitar el cortoplacismo
e hilar más fino para problematizar qué significa el concepto de sociedad civil
y a cuántas personas incluye. Su análisis apuntó a distintos ejes, entre ellos
que los movimientos sociales han sido poco imaginativos para dar seguimiento a
sus causas y que los políticos de recién ingreso no han sabido lidiar con las
críticas a su labor. “La diferencia no presupone el enfrentamiento. Debemos
encontrar espacios de colaboración con roles distintos entre activistas y
políticos en un gran horizonte común”, indicó.
“¿Qué
entendemos por movilización social? ¿Es solo manifestarse?”, preguntó Martínez,
tratando de entender cómo ha cambiado la dinámica del activismo que se ha
convertido en uno más local, más fragmentado. Sánchez argumentó que la
evolución del 15M no sucede en línea recta, pero es innegable la energía
transformadora que irradió y ha derivado en el surgimiento de las mareas
ciudadanas y las marchas de la dignidad, por ejemplo. Los cuatro panelistas
coincidieron en que la tarea fundamental de la gente —en las calles, en los
barrios— es mantener un contrapeso del poder político.
Presentación del Libro Pasado Mañana. Viaje a la España del cambio. Traficantes de sueños, Madrid. © G. Serrano. |
De la catarsis a la
cogobernanza
En
una segunda ronda de debate, Carmona se refirió a la paradoja de que el empleo
ya no genera dinero para la gente ni posibilita el reparto justo de la riqueza.
También mencionó la falta de tiempo y recursos económicos como causas de la crisis
de los cuidados. Maestre aceptó que existe un sentimiento de decepción, pero planteó
superar la tensión entre lo inmediato y lo posible, entre las expectativas y lo
real. “Se puede hacer mucho, no todo y no tan rápido, el cambio es lento”,
concluyó.
Decía Wittgenstein: “El saludo entre filósofos debería ser:
¡date tiempo!”. Precisamente, es lo que Bernardo Gutiérrez intenta hacer con
esta obra, regalarnos tiempo que es “condición para pensar”, para pensarnos. Porque
como advirtió Martínez, “la excepcionalidad no dura toda la vida, por eso hay
que estar atentos al camino y ver cómo se va reubicando y reconstruyendo” lo
que en 2011 sentíamos como un ciclón transformador y ahora no tenemos claro si
solo fue ventisca de temporada.
Desde su perspectiva, hace falta un proyecto político que
incluya regenerar la democracia, poner en valor los derechos sociales,
establecer límites ecológicos para no dañar al planeta y —por supuesto— involucrar activamente
a las mujeres. Sánchez secundó la propuesta y habló de establecer un programa
ecofeminista, en el entendido de que somos seres inter y ecodependientes.
También recalcó que, si bien los municipalismos son la orilla más cercana de la
política a la cual se aferra el ciudadano de a pie, no son lo único y esto hace
imprescindible buscar nuevos modelos de vinculación.
Del fracaso de un
modelo a la repolitización de la sociedad
Queda
un itinerario por cubrir: cambiar conceptos, parámetros, lógicas. Equilibrar la
balanza en cuanto a la capacidad de gestión de gobernantes y gobernados, incluir
a los que han quedado fuera de este barco o que, dentro, no se sienten parte de
la travesía; montar un andamiaje social que permita seguir construyendo o
reparando. Como ven, este es un texto que convida más incertidumbres que
respuestas, más cometidos que descanso, más navegación que tierra firme. Pero, por
igual, menos homilías, menos nostalgias y menos promesas. En suma, una cuota de
todo lo que debe contener un libro que aspira a ser de utilidad para el lector
con ganas de hacer su parte, de leer y de leerse.
Y
es que:
Es triste trepar riscos cargados de
razón
y dejarla caer al alcanzar la cumbre
para después volver al mismo error
un día y otro, como el alma al vicio,
condenados a ser, sedientos, quienes somos:
quienes quisimos ser y sin embargo.
y dejarla caer al alcanzar la cumbre
para después volver al mismo error
un día y otro, como el alma al vicio,
condenados a ser, sedientos, quienes somos:
quienes quisimos ser y sin embargo.
Es triste repetirse como la misma
historia,
dar vueltas a la noria, día y noche,
moliendo una manera de ser y de mirar
que te lleva a sufrir y a hacer sufrir.
Llevo mi piedra en mí, mi pensamiento,
y dentro yo, esperando ser tallado,
esculpido, salvado y sin embargo.
dar vueltas a la noria, día y noche,
moliendo una manera de ser y de mirar
que te lleva a sufrir y a hacer sufrir.
Llevo mi piedra en mí, mi pensamiento,
y dentro yo, esperando ser tallado,
esculpido, salvado y sin embargo.
Claro
que es triste, este impasse nos está
doliendo y —seamos francos— las cañas, los partidos de futbol, el verano en las
piscinas no bastan para paliar el malestar. Por suerte existe la poesía que
revoluciona; están los libros que revelan fragmentos de universo y los
periodistas que todavía escriben sin tedio o con ánimo de comunicar, de
esculpir con la palabra, de alimentar, de exorcizar, de no negar ni adulterar
lo que nos pasa. En fin, de invitar al viaje.
Asistentes a la presentación del Libro Pasado Mañana. Viaje a la España del cambio. Traficantes de sueños, Madrid. © G. Serrano. |
Para llevar en la
maleta: la España del cambio en una frase
“El 15M obliga a todos
los actores a aceptar la agenda que sale de las plazas” — Pablo Carmona.
“Es el ajuste más duro
del país en mucho tiempo. Un cambio cualitativo” — Rita Maestre.
“Se trata de buscar
intereses globales que armonicen con los locales” — Rosa Martínez.
“(…) Estamos en
tránsito, nos movemos en las contradicciones, pero hay pequeñas cosas
inadvertidas que son semilla” — Sol Sánchez.
“Pasado mañana es enunciar un mundo”
— Bernardo Gutiérrez
Artículo originalmente publicado en Zero Grados.
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