Marco Zamudio: el arte del centro a la periferia
¿Quién es?
Nació en el Distrito Federal
en 1973 y una de sus temáticas predilectas son las mujeres, esencialmente
descubrir, a través del arte, a qué se consagran sus agitadas mentes. Es
Licenciado en Artes Plásticas por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la
Academia de San Carlos y otro de los asuntos que mantiene trabajando a sus diestras
manos es plasmar la ausencia de vida, la muerte y su vacío. La pintura realista
es lo suyo, en
2006 obtuvo el primer lugar en el Concurso de Pintura Sacra: El Evangelio según
San Lucas, organizado por el Instituto Manuel Toussaint, Centro Ecuménico para
la Conservación y Promoción del Patrimonio Artístico. Es el pintor Marco Zamudio, quien estuvo de visita
en Mérida, Yucatán, para promocionar su obra y gestionar diversas actividades que
emprenderá el siguiente año en esta capital, entre las que destacan una
exposición en la Galería SOHO, otra más en el Teatro José Peón Contreras y su
participación en el Otoño Cultural, evento organizado por SEDECULTA.
¿Su propuesta? Situar a los clásicos dentro del
arte contemporáneo
Marco, quien colaboró en la ambientación y
museografía de “Visiones de Estados Unidos: Realismo Urbano”, exposición del
Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York (MOMA) y en “Autorretrato en México
años 90’s”, exhibición a cargo del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México,
ahora comparte, en entrevista para La Jornada Maya, algunas cavilaciones respecto
a su quehacer profesional. Para comenzar, reafirma su carácter de pintor
realista, su condición de creador de claroscuros y la impronta que han dejado
en su obra otros artistas como el holandés Rembrandt, el italiano Caravaggio y
el español José de Ribera y Cucó (Giuseppe Ribera, Lo Spagnoletto). La originalidad
de su trabajo -nos dice- radica en agregar una carga de contemporaneidad a las
técnicas clásicas provenientes del tenebrismo, el barroco y el naturalismo.
¿Su temática? El irregular espíritu de la mujer, la
vejez y lo definitivo de la muerte
En lo relativo a los tópicos que sus creaciones esbozan,
sin cortapisas comenta: “Intento desenmarañar el pensamiento de la mujer y, en
particular, su conducta que es un tanto ilógica. Mucha gente me tacha de
misógino, pero mi interés surge de la imposibilidad de conectar con las mujeres,
situación que le sucede a muchos hombres y que decido volcar en mi pintura. El
aspecto físico de lo femenino lo tengo dominado, lo que aun no comprendo es la
psique. Mi serie “Sublimes e irredentas” aborda a la mujer como quien da y
arrebata la vida, como ese ser que lo decide todo. Algo similar me ocurre con
la decrepitud de los cuerpos, busco llegar a una comprensión del peso de los
años; es decir, del paulatino decaimiento que se presenta al envejecer y que
viene acompañado de cierta tristeza en los ojos que la gente prefiere evadir”.
La producción artística de Marco se basa en el
desarrollo de series. Su particular enfoque de la realidad lo complementan la
inspiración que recibe de anecdotarios y literatura, principalmente novelas y
mitología griega, cuyas narrativas extrapola a situaciones de la vida
cotidiana. “Actualmente trabajo en una serie de 22 lienzos titulada “Alice in
the darkness” (Alicia en la oscuridad), basada en las múltiples identidades del
escritor británico Lewis Carrol y en mi experiencia brindando apoyo terapéutico
a pacientes esquizofrénicos; un ambicioso proyecto que me ha llevado más de dos
años y estoy en proceso de culminar. En ciertos momentos también relaciono
canciones -de los Rolling Stones o Bob
Dylan- con algún evento o persona que veo por la calle; son estereotipos,
quizás muy urbanos, con los que juego plásticamente”, explica este artista de
amplia trayectoria que en su catálogo de obra cuenta también con dos murales
para el Sistema Colectivo Metro de la Ciudad de México y múltiples
presentaciones tanto individuales como colectivas.
La
reflexión final: un pronunciamiento ortodoxo ante la crisis del arte
Tiresias, es resultado de vincular el concepto de
vejez con la historia del célebre adivino ciego de Tebas, en la mitología
griega; El Abrazo, surge como una metáfora de los roces, a veces sutiles y otras
crispados, entre el hombre y la mujer. Ambos cuadros forman parte de la
producción con la que Marco intenta recuperar técnicas y formas de composición
antiguas, entre ellas la llamada sección áurea, concebida por su tocayo, el
arquitecto romano Marco Vitruvio: “Pienso que el arte está en crisis y ante
eso, mi obra representa un ejercicio de rebeldía que se contrapone a las
tendencias que vemos en ferias de arte contemporáneo como Zona MACO, donde predomina
el rebuscamiento conceptual, “el choro”, aunque lo que se muestre sea una
verdadera mierda. Por supuesto que personajes como Marcel Duchamp representaron
una coyuntura dentro de las corrientes artísticas de su época; sin embargo,
creo que actualmente sucede a la inversa, los verdaderos rebeldes son quienes
se apegan más al academicismo. El arte es muy subjetivo y, en última instancia,
lo que comento es mi apreciación individual”.
© G.
Serrano.
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Del 13 al
15 de noviembre, Marco Zamudio participará en el Primer Encuentro Internacional
de Poesía y Pintura “Los poetas de Marco Zamudio”, que se llevará a cabo en
Coscomatepec, Veracruz y del 27 de noviembre al 16 de diciembre, viajará a
España para exponer parte de su obra en la Galería Aires de Córdoba, en la
ciudad andaluza del mismo nombre.
Artículo originalmente publicado en Homozapping el 21 de agosto de 2015 y el 26 de agosto en La Jornada Maya.
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